Sabías que...Incubus: Es un demonio que se posa encima de las personas que duermen. A éste se le atribuye antiguamente lo que hoy se le conoce como "Parálisis del sueño", que es cuando estás dormido y sientes que alguien te observa, pero no puedes ni hablar o moverte, lo intentas pero no puedes; gritas, lloras, pero nadie te escucha. Incluso, ves todo lo que está a tu alrededor, pero no puedes hacer nada.
De la misma manera, no sólo te paralizan estos demonios, sino que actúan sobre ti por tus temores, y absorben tu energia por medio de relaciones sexuales y multiples orgasmos, lo cual la víctima al despertar, no recuerda nada, tan solo siente agotamiento extremo y piensa haber tenido pesadillas o sueños eróticos. Algunos amanecen con moretones en el cuerpo y mordiscos.
Al final de todo esto la persona siente tristeza y aburrimiento. Siente que nadie le ama, se rechaza a sí mismo, hasta el punto que intenta acabar con su vida. Existen dos tipos de demonios:
Incubus, que es el demonio masculino y Sucubo, demonio femenina. Estos seres toman la forma humana de una mujer u hombre muy sensual, y la persona lo siente encima de su cuerpo, sin poder moverse y le excita tanto que le hace tener orgasmos. Puede empezar gustándo, pero al final provoca la muerte.
Incubus, que es el demonio masculino y Sucubo, demonio femenina. Estos seres toman la forma humana de una mujer u hombre muy sensual, y la persona lo siente encima de su cuerpo, sin poder moverse y le excita tanto que le hace tener orgasmos. Puede empezar gustándo, pero al final provoca la muerte.
¿Te ha pasado? 😱😨
CONSEJO.
No te llenes de miedo. Cuando sientas esto y ves que tu cuerpo se está durmiendo, trata de moverte hasta que puedas despertarte. No grites, porque nadie te va a oír. Tampoco te quedes quiet@, porque va hacer todo lo que quiera contigo. Cuando puedas despertarte, vas a creer que fue un simple sueño o una pesadilla, pero no es así. Por lo tanto, siéntate y cúbrete con la sangre de Cristo. Ora, reprende y usa tus armas espirituales y da la batalla hasta que sepas que has vencido. Recuerda que somos más que vencedores y todo lo podemos en Cristo.