La Mujer Debe Vestir Con Decoro, Pudor y Modestia
La Biblia declara como mandamiento cómo la mujer de Dios debe vestir.
¿Pero entonces por qué estamos viendo lo contrario en muchas llamadas iglesias de Cristo, donde mujeres en los altares visten de forma provocativa y erótica sin ningún respeto por la casa de Dios? El problema ocurre cuando pastores corruptos no enseñan acerca del tema, y para colmo inducen y permiten a sus ovejas vestir impropiamente. En la Biblia, las palabras decoro, pudor y modestia describen la vestimenta que Dios desea en la mujer, lo cual se constituye es una norma universal e irrefutable que debe obedecer toda mujer que profesa la fe cristiana.
La Escritura nos dice claramente que el cuerpo de la mujer es asunto de ella, nadie debe ver la vergüenza de su desnudes, la cual está reservada exclusivamente para el matrimonio (Génsis 9:21:25; Levitico18:6-20; Ezequiel 22:10; Apocalipsis 3:18; 16:15). Mostrar y exhibir la desnudes no es de mujeres de Dios. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios habla de la santidad interna y externa, y la importancia que tiene la vestimenta (ropa) como distinción y característica moral del pueblo santo de Dios.
El Señor fue bien claro advirtiendo al varón de no codiciar a la mujer con la mirada, diciendo: "Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón (Mateo.5:27-28). Jesús aquí no se refiere de "mirar" a una mujer para conversar con ella, ni se trata de mirar para apreciar su belleza, sino que habla de la mirada prolongada y sensual para codiciarla, lo cual significa excitar pasiones para cometer en el pensamiento el acto de adulterio con ella, es decir, llevar a cabo el acto de adulterio en su imaginación. Es por eso también, que la Palabra de Dios le exige, le demanda a la mujer cristiana el vestir piadosamente, de lo contrario, ella sería en parte culpable de hacer caer en adulterio del corazón a los varones: "Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar (Mateo.8:6). Tristemente, vemos que hoy día para el pensamiento del mundo es distinto. Las modas y vestimentas mundanas hoy explotan a las mujeres, donde si una mujer no se pone una mini-falda, un escote o ropa ajustada al cuerpo no se siente guapa o segura de sí, y donde sus valores y cualidades internas no cuenta para nada. En otras palabras, la mujer hoy es reducida y encajonada a ser un objeto, en lugar de persona, y al final esclava de su propio cuerpo y figura. La baja auto estima de cantidad de mujeres hoy día que exponen las partes intimas y silueta de su cuerpo para ganarse la aceptación del mundo, pues por desgracia, son esclavas del estereotipo de la sociedad, donde no son valoradas por su inteligencia y humanidad, sino solo por su cuerpo.
Pero la mujer de Dios que ha sido transformada por Cristo es totalmente diferente a la mujer inconversa. Las modas sensuales de la sociedad no le pueden decir a la mujer cristiana cómo debe verse o vestir. Ademas de que la verdadera mujer de Dios no siente la necesidad de ponerse modas provocativas para tratar de ganarse o gustarle a la sociedad, sino que viste para Dios y su amado. La Biblia dice: "Asimismo las mujeres se atavíen (vistan) de ropa "decorosa", "con pudor" y "modestia"; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad"... "Vuestro atavió no sea el externo... sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espiritu apacible que es de grande estima ante Dios (1 Timoteo. 2:9). Aquí los apóstoles bíblicos señalan que el adorno que Dios estima y el que las mujeres deben cultivar es el interno, el de las buenas obras. Las mujeres que se preocupan demasiado por el aspecto externo, tienden a descuidar lo interno, su relación con el Dios santo. La idolatría de su propio cuerpo tienen a muchas cristianas en la esclavitud de la vanidad, que si no se visten sensual y provocativamente se siente menos mujer. Sin duda alguna, esto es una percepción errada que tienen de si mismas y que adoptaron del estereotipo del mundo. !Tienen que nacer de nuevo!
TRES PALABRAS ACERCA DE LA VESTIMENTA DE LA MUJER CRISTIANA:
1) Decoro. Significa vestimenta decente, limpia, apropiada y de buena apariencia que demuestra respeto. La mujer de Dios NO se sujeta a las modas, ni usa ropas provocativas o estilos sensuales como mini-faldas, vestidos ceñidos o escotados, pues NO corresponde a mujeres que profesan piedad. La santidad interna se refleja en la conducta, comportamiento, modo de hablar y hasta en el vestir de la mujer de Dios.
2) Pudor. Significa vestimenta con vergüenza. Las mujeres que aman a Dios y respetan la Escritura bíblica se distinguen por usar ropa reservada que cubre y no expone
La Escritura nos dice claramente que el cuerpo de la mujer es asunto de ella, nadie debe ver la vergüenza de su desnudes, la cual está reservada exclusivamente para el matrimonio (Génsis 9:21:25; Levitico18:6-20; Ezequiel 22:10; Apocalipsis 3:18; 16:15). Mostrar y exhibir la desnudes no es de mujeres de Dios. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios habla de la santidad interna y externa, y la importancia que tiene la vestimenta (ropa) como distinción y característica moral del pueblo santo de Dios.
El Señor fue bien claro advirtiendo al varón de no codiciar a la mujer con la mirada, diciendo: "Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón (Mateo.5:27-28). Jesús aquí no se refiere de "mirar" a una mujer para conversar con ella, ni se trata de mirar para apreciar su belleza, sino que habla de la mirada prolongada y sensual para codiciarla, lo cual significa excitar pasiones para cometer en el pensamiento el acto de adulterio con ella, es decir, llevar a cabo el acto de adulterio en su imaginación. Es por eso también, que la Palabra de Dios le exige, le demanda a la mujer cristiana el vestir piadosamente, de lo contrario, ella sería en parte culpable de hacer caer en adulterio del corazón a los varones: "Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar (Mateo.8:6). Tristemente, vemos que hoy día para el pensamiento del mundo es distinto. Las modas y vestimentas mundanas hoy explotan a las mujeres, donde si una mujer no se pone una mini-falda, un escote o ropa ajustada al cuerpo no se siente guapa o segura de sí, y donde sus valores y cualidades internas no cuenta para nada. En otras palabras, la mujer hoy es reducida y encajonada a ser un objeto, en lugar de persona, y al final esclava de su propio cuerpo y figura. La baja auto estima de cantidad de mujeres hoy día que exponen las partes intimas y silueta de su cuerpo para ganarse la aceptación del mundo, pues por desgracia, son esclavas del estereotipo de la sociedad, donde no son valoradas por su inteligencia y humanidad, sino solo por su cuerpo.